¿Te ha pasado que algo te preocupa tanto que sientes que el mundo se viene abajo… y luego, cuando pasa el tiempo, te das cuenta de que no era para tanto? Nuestra mente tiene una habilidad increíble para exagerar los escenarios y hacernos creer que todo es urgente, grave o definitivo.
Pero si miramos con calma, descubrimos que en la mayoría de los casos no pasa nada. Solo estamos atrapados en pensamientos que inflan el estrés. Y cuando, de verdad, algo “pasa”, solemos darnos cuenta de que tenemos más fuerza y recursos de los que imaginábamos. Lo enfrentamos, lo resolvemos, y seguimos adelante.
Y lo tercero: todo pasa. Lo que hoy te angustia, mañana será una anécdota, una lección, o simplemente un recuerdo borroso. La vida, incluso en sus momentos más tensos, es menos trágica de lo que nuestra mente pinta.
EL RETO DE LA SEMANA
Esta semana, enfrenta tus situaciones estresantes tomando distancia y observando lo que está pasando —o lo que crees que podría pasar— con ojos más objetivos. Pregúntate:
¿es realmente algo tan grave?
Si la respuesta es no, suéltalo. Y si la respuesta es sí, respira profundo y confía: también podrás con eso. Porque al final, pase lo que pase… no pasa nada.

