No hay nada más frustrante que esas personas que llegan con una manguera imaginaria a apagar cualquier chispa de entusiasmo o idea nueva.
Y lo peor es que muchas veces somos nosotros los que cargamos esa manguera.
Por eso existe una regla de oro en los equipos: el que se opone, propone.
¿No te gusta una idea? ¡Perfecto! No todas deben gustarte. Pero si vas a decir que no, trae una alternativa. Mejora la idea. Propón otra. Construye en lugar de solo destruir. Porque oponerse sin aportar es como romper una silla y dejar las piezas tiradas en el suelo.
Esto también aplica cuando eres tú quien lanza la idea y alguien te la apaga: en lugar de frustrarte, pide que proponga. “Ok, entiendo que no te convence… ¿qué harías tú distinto?”.
EL RETO DE LA SEMANA
Esta semana, cada vez que vayas a opinar sobre algo con lo que no estás de acuerdo, además de dar tus argumentos de por que esa idea no funcionaría, propón una mejora o una alternativa. Si te opones… ¡propones!