Hay recursos que podemos perder… y volver a tener. El dinero va y viene. Un equipo se desarma y se rearma. Un espacio se achica o se expande. Hasta las amistades pueden romperse y reconstruirse.
Pero hay uno que, una vez se va, no vuelve más: el tiempo.
Y lo curioso es que es el recurso más equitativo del planeta. Todos (desde un CEO hasta quien acaba de salir del colegio) tenemos exactamente lo mismo: 24 horas al día, 1.440 minutos. Ni más ni menos.
Entonces, ¿por qué a algunos les alcanza y a otros no?
No siempre es cuestión de carga. Hay personas con trabajo, hijos, amigos, gimnasio, perro y huerta en el balcón… ¡y aun así les alcanza! Y otras con agendas más tranquilas que viven corriendo detrás del reloj.
¿Y lo más raro? ¡Hasta nosotros mismos! Hay días donde todo fluye y días donde no alcanzamos ni a responder un mail. El secreto no está en tener más tiempo… está en cómo lo usamos.
Organización, foco, saber decir “no” y priorizar con criterio. Esa es la diferencia.
Así que la próxima vez que digamos “no tengo tiempo”, pensemos: sí lo tengo. Lo que pasa es que ya lo usé… la pregunta es: ¿en lo que realmente importa?
Porque al final, nuestra vida no se mide por los años que pasaron, sino por cómo usamos cada hora que tuvimos.
EL RETO DE LA SEMANA
Esta semana te invitamos a que identifiques por lo menos tres cosas a las que vienes diciendo por algún tiempo “no tengo tiempo para hacerlas” y cambia la frase por “no son suficientemente importante como para dedicarles tiempo”… luego… simplemente se consiente de cómo te sientes al respecto.
Para descargar el portafolio completo de módulos DO IT, simplemente haz click en DESCARGAR.

