Dependiendo de tus creencias sobre la forma en que la gente debe hacer tu trabajo eres un Drainer, un Palmadita o un Cargador.
Los Drainers están convencidos que a la gente le pagan por hacer un trabajo, si lo hacen mal, tiene consecuencias. Si lo hacen bien, pues para eso se les paga.
Pues sí… pero si lo ves del otro lado, lo que la gente siente es que si se equivoca viene el látigo, si lo hace bien, un silencio sepulcral. Las consecuencias: la gente se desmotiva, se descarga, deja de hacer esfuerzo porque no recibe ningún salario emocional.
Los Palmadita son otra cosa. Saben la importancia del reconocimiento. Saben que es el factor que más echan en falta las personas en el mundo corporativo y están pendientes de reforzar el buen comportamiento y los buenos resultados con un “¡bien hecho!”, “¡buen trabajo!”.
Mejor ser Palmadita que Drainer… pero en realidad no es tan efectivo.
En cambio, el que es un Cargador, ese sí que logra resultados: equipos motivados, gente que aprende y se desarrolla y ambientes de trabajo positivos.
¿Qué es lo que hace diferente?
Que en lugar de dar una palmadita en la espalda, da un reconocimiento de manera profesional:
”La forma en que presentaste el informe en el comité fue súper clara y concreta, me encantó”. “Gracias por quedarte hasta más tarde a terminar la propuesta, era muy importante haberla mandado ayer”. “Manejaste muy bien la reunión con el cliente. Supiste escuchar y responder con calma”.
¿Te das cuenta de que la clave está en señalar claramente lo que la otra persona hizo bien?. Si solamente dices “buen trabajo”, la persona se va a sentir bien, pero no aprende, no sabe qué es lo que aprecias.
EL RETO DE LA SEMANA
Esta semana haz un reconocimiento bien dado a una persona cada día. Fíjate en algo que vale la pena reconocer, que se puede reforzar y felicítalo diciéndole claramente qué fue lo que hizo bien.
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