Cuando vemos una película, surgen situaciones y personajes con los que no estamos de acuerdo. Nos parece absurdo que el protagonista haga esto o que otro personaje reaccione de otra manera.
Pero, no importa qué tan en desacuerdo estés con esos comportamientos; nada de lo que hagas va a cambiar la historia, los personajes o el desenlace. Tú eres un espectador y tu poder para hacer que las cosas sean diferentes es nulo.
La vida de los demás se parece mucho a eso. Cada persona es la directora de su propia vida y es ella quien decide lo que va a hacer y cómo reacciona ante las diferentes situaciones.
A diferencia de una serie en la que los capítulos ya están grabados y no hay nada que hacer al respecto, la vida de los demás está sucediendo en ese momento y eso nos da la falsa ilusión de que somos co-directores.
Nos es muy fácil ver desde fuera lo que los demás deberían decir y hacer, y estamos listos para intervenir, incluso cuando nadie nos lo pide.
Seguramente te habrás dado cuenta de que en realidad eres más un espectador que un co-director, incluso en la vida de los más cercanos. Es frustrante ver cómo no hacen lo que para ti es obvio.
Gastar nuestra energía en tratar de cambiar la vida de los demás es casi tan inútil como tratar de cambiar el desenlace de una serie. La única película en la que deberíamos gastar esa energía es en la única que sí dirigimos: la nuestra.
Si enfocas toda tu energía en dirigir tu película, en meterte exclusivamente en tus propios asuntos y dejar que los demás vivan su propia película, vas a tener una serie de mejor calidad, seguro.
Esto no quiere decir que no puedas dar un consejo cuando se te pide. Lee de nuevo: cuando se te pide. Y si quieres influir en la vida de los demás, la mejor forma de hacerlo es con el ejemplo.
EL RETO DE LA SEMANA
Esta semana tu reto es focalizarte en tu propia película. Cada vez que te encuentres opinando, ya sea en voz alta o en tu mente sobre lo que los demás deberían hacer, recuerda que tu misión es mantenerte en tus propios asuntos y respetar que los demás vivan su vida como quieran.
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Cuando eres líder de un equipo cómo balancear esta recomendación ? me parece que en función d elos resultados esperados hay que orientar más allá de instruir con el ejemplo; más aun cuando las señales recientes de ser líder te piden que en la práctica seas el coacho de tus colaboradores. que comentarios tienes a este respecto?
Gracias Manuel por tu comentario… estás totalmente en lo correcto. Es muy importante no confundir el meterse en los asuntos de los demás con dar retroalimentación.
El feedback es una de las herramientas más importantes para todo líder, pero también para cualquier miembro del equipo. Entre más retroalimentación demos y recibamos, más creceremos.
Y el feedback hay que darlo bien dado, ya hablaremos de eso en otra cápsula.
Dar feedback se vale. Es decir, compartir lo que no está funcionando, como nos afecta y llegar a acuerdos es la base de cualquier equipo.
Y por otro lado, querer inmiscuirnos en la vida de otras personas, creer que sabemos qué es lo mejor para ellas, decirles lo que deben hacer… eso, es estar en asunto de los demás.