En la actualidad la rapidez, la eficiencia y la inmediatez están por todos lados. Correr, correr, correr es el pan de todos los días a tal punto que no sabemos parar. Cuando paramos o disminuimos la velocidad sentimos como si faltara algo, entonces comenzamos a correr en nuestra mente.
Y, ¿cuál es el problema de ese correr constante? Pues muchos y muy estudiados. Aunque el que nos trae a la reflexión de hoy, es a la calidad que se sacrifica en pos de la velocidad.
Hay quienes sostienen que “lo importante es el tiempo de calidad y no la cantidad de tiempo que dedicas a algo, por ejemplo, a tu familia”. Nosotros encontramos una paradoja en esta afirmación.
La conexión personal necesita profundidad y a la profundidad se llega con tiempo. Las conversaciones que llevan a la conexión, a la expresión de emociones a la vulnerabilidad, no suceden en los primeros 10 minutos. Usualmente la parte inicial de una charla suele ser bastante superficial y llena de logística y datos climáticos; para llegar a temas más personales se necesita tiempo.
Lo mismo sucede con un buen informe, con una buena receta, con una buena sesión de feedback, con un buen entrenamiento: para lograr una buen calidad debemos dejar de lado la velocidad.
Corramos cuanto sea necesario y desarrollemos la sabiduría para identificar cuándo es más inteligente bajar la velocidad.
EL RETO DE LA SEMANA
El reto de esta semana es frenar, es estar alerta para identificar esos momentos en los que sabes, porque todos lo sabemos en el fondo, que estás sacrificando calidad por velocidad. Haz conciencia de las situaciones en las que detectas que debes bajar el ritmo, así, cuando estas aparezcan, una vocecita en tu interior te dirá “recuerda que acordamos que en esta situación debemos dejar de acelerar.
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Gracias por la información, definitivamente del afán solo nos queda el cansancio, hay que saber identificar y entender la importancia y el impacto de lo que hacemos, las cosas NO se hacen solamente por cumplir, se deben realizar con conciencia del impacto y como aportamos a los demás y como estas nos aporta a nuestro desarrollo… si bien la vida es de momentos, debemos procurar aportar, dejar huella positiva, ser actores reales del cambio y NO solo hacer las cosas por cumplir… Gracias