Hay dos tipos de personas, las que se comen las espinacas al comienzo o las que las dejan para el final (hablo de espinacas pensando que no te gustan. Si eres como Popeye y te encantan, pues reemplaza en el ejemplo las espinacas por algo sano que te disguste).
Los que dejan las espinacas para el final tienden a ser personas que priorizan por el querer y no por el deber. En cambio, los que comienzan por la espinaca tienden a darle prioridad a lo que deben hacer por encima de lo que quieren hacer. ¿Cuál es mejor? Pues da igual… Siempre y cuando te las comas.
Pero si no estamos hablando de espinacas, sino de los retos de la vida, de las tareas pendientes, ahí el orden no da lo mismo.
No importa qué tanto te guste tu trabajo, siempre habrá espinacas dentro de la mezcla de tareas pendientes. Esa llamada que te da muchísima pereza hacer, esa mala noticia que no quisieras tener que comunicar, ese reporte que da una pereza infinita pero que tienes que hacer hoy a como dé lugar.
En el trabajo, generalmente es mejor idea comerse las espinacas de una vez. Entre más rápido salgas de eso, mejor. Porque el problema cuando aplazamos las cosas que nos desagradan es que las guardamos en un rincón de la mente y nos torturan todo el día, no nos dejan disfrutar lo que sí nos gusta.
La experiencia me ha demostrado que entre más amarga sea la espinaca, más rápido me la tengo que comer. Cuando me doy cuenta de que hay algo de lo que no podré escapar, esas cosas que tengo que hacer por más que me desagraden, pues más rápido las hago. Y eso, ha dado buenos frutos.
La mayoría de las veces esos tragos amargos no resultaron ser tan amargos como creía en un principio. Se sufre más con la idea de tener que hacerlo que con hacerlo en la vida real. Y es por eso, que es mejor hincarle el diente sin pensarlo dos veces.
Así que, cuando te encuentres con espinacas que no vas a poder evitar comerte, agarra el tenedor y sal de eso de una vez por todas.
Y si al pensar en tu trabajo, te das cuenta de que tu plato está lleno de espinacas, puede ser hora de cambiar de restaurante. El trabajo debe estar lleno de cosas agradables, estimulantes, desafiantes y divertidas… y claro, habrá espinacas un par de veces a la semana… Eso te mantiene saludable.
EL RETO PARA ESTA SEMANA:
Esta semana cómete las espinacas primero. Si cuando empiezas tu día, tienes algo que te da muchísima pereza hacer, arranca por eso. O si durante tu jornada te encuentras con que tienes que hacer algo que te desagrada, hazlo, de una vez, sal de eso en ese mismo momento.
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Empecemos con las espinacas… jeje
Difícil, pero un buen consejo. Hacer primero lo que no me gusta o me cuesta.
Listo! Comida la espinaca…
Excelente cápsula y muy a tiempo ahora que iniciamos año para replantearnos nuestro hacer. Mucho éxito !!!!!
Acepto el Reto. Primero las espinacas siempre. Gracias DOIT
¡Muy bueno el «post» de esta semana! Sabio consejo…muchas gracias!!
Gracias siempre sumando, increíble reflexión
Sin duda, ¡las espinacas primero! Siempre.