La sabiduría de los refranes no necesita presentación y este refrán nos viene como anillo al dedo para el tema de hoy*: Esperar el momento ideal* para hacer algo que quieres hacer.
“Aprender italiano”, “viajar a la India”, “aprender a tocar saxofón”, “desarrollar el proyecto de organización de archivos de mi área”, “montar en globo”, “tomar un curso de cata de vinos”, “reunir a todos los primos”; son ejemplos de cosas que algunos de los participantes a nuestros seminarios llevan hace mucho tiempo queriendo hacer y para las cuales están esperando el momento perfecto.
Todos tenemos ciertas cosas que queremos hacer, que llevamos meses o incluso años queriendo hacer. Son cosas que nos entusiasman, que sabemos que si las hacemos estaremos mejor y más felices, pero… por el esfuerzo que requieren, estamos esperarando el momento perfecto para hacerlas… el problema es que “el momento perfecto” nunca llega.
Parecería que estamos esperando a que todos los planetas estén alineados para dar el primer paso, sin embargo, nos encontramos con que, incluso cuando los planetas están alineados, salimos con la excusa de “es que deberían estar alineados a la derecha y no a la izquierda”.
Por excusas como estas es que cambiamos de conjugación verbal en el tiempo sin darnos cuenta. Pasamos en un santiamén de, “Yo quiero aprender italiano” a “Yo siempre he querido aprender italiano” para terminar con un “Yo siempre quise aprender italiano”, ya rendido.
El tiempo se pasa, la vida corre, las actividades llenan nuestros días y la conjugación verbal va cambiando sin percatarnos de ello.
La noticia es: el momento perfecto NUNCA llega. El momento lo decides tú y la perfección llega con él. Así que ponle fecha a eso que llevas tanto tiempo queriendo hacer. No importa que sea lejana. Puede ser para dentro de 2 o 3 años. Si de acá a 3 años no has encontrado el momento perfecto para hacerlo, entonces esa será tu fecha límite. Finalmente… No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague.
EL RETO PARA ESTA SEMANA:
Está bastante claro el reto de la semana ¿no? Empieza por anotar esas cosas que ya van en el “Yo siempre he querido” y escoge una… solo una… y ponle fecha límite.
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Somos responsables de nuestra vida, y lo que decidamos hoy es algo que repercute en nuestro mañana.
Siempre hay algo que postergamos, Algo que sabemos hacerlo nos hará felices y aun así lo dejamos esperar. Justo estoy pensando en algo. Reto aceptado Gracias DOIT
Excelente punto, sin horizonte no hay metas y sin una meta tu vida se forja sin objetivos, caminas a la deriva, comienzas muchas cosas y no terminas ninguna.
Al menos al poner una fecha y te la recuerdas a diario, tienes una motivación, para hacer que tus sueños se cumplan y no queden en el baúl de los deseos y al realizarlo quede en el baúl de los recuerdos satisfactorios.