“El chip de la comunicación nos quedó mal instalado al momento del ensamble” le escuché decir a mi médico hace algunos años al referirse en general a los seres humanos. Hoy en día, después de dar cursos y cursos de comunicación, solo podemos darle la razón, pues cada vez son más los ejemplos que corroboran esta hipótesis.
Comunicarnos de corazón y con la verdad como centro del mensaje es tremendamente difícil y lo es todavía más cuando queremos dar retroalimentación a alguien. En esos casos este chip hace corto circuito. Ya sea porque no nos atrevemos a hacerlo, o porque cuando nos atrevemos no decimos lo que realmente queremos, o lo decimos de una manera que levanta barreras en el otro, es decir, las cosas “salen mal”.
Pero si queremos hacer equipo, ser buenos líderes y desarrollar relaciones profesionales fuertes, es nuestra obligación hacer todo lo que sea necesario para aprender a dar un buen feedback.
¿Y qué es un buen feedback? En nuestra opinión, no hay una única manera correcta de hacerlo. Hay situaciones, escenarios y personalidades diferentes que nos invitan a utilizar herramientas diferentes para dar feedback. Sin embargo, más allá de la técnica está la actitud, es decir, el desde dónde se da.
La actitud con la que afrontamos una sesión de feedback es la clave. Las creencias que tengamos sobre la persona, sobre el evento en particular y sobre el hecho en sí mismo de dar retroalimentación, son más importantes que la técnica.
El Feedback Apreciativo se centra en las fortalezas de la persona y busca la relación a largo plazo. El Feedback Apreciativo es una forma de ver a las personas en su globalidad y con visión de futuro. Nos invita a enfocarnos en el potencial del profesional que tenemos enfrente y hablarle desde ahí.
Si en mi mente tengo pensamientos como “Esta persona no se va a adaptar” o “Ese error es inadmisible” o “Tengo que decirle que su actitud es pésima”, caeremos en la forma tradicional de dar retroalimentación que no funciona, pues se centra en lo negativo, solo mira el pasado y generaliza.
Por otro lado si en mi mente tengo pensamientos como: “¿Qué puedo hacer para que esta persona se adapte?” o “¿Por qué habrá cometido ese error y qué podemos hacer para que no lo cometa de nuevo? o “Si sigue con esa actitud no va a prosperar; si cambiara su actitud llegaría muy lejos”, estaríamos en el terreno de lo positivo, del futuro y del desarrollo profesional.
Con los años hemos aprendido que lo más importante en la comunicación no es lo que se dice sino desde dónde se dice… desde cuáles creencias, desde cuál actitud… Si crees que la persona tiene buenas intenciones, te centras en sus fortalezas, quieres que llegue lejos, entonces estarás preparado para dar feedback apreciativo…. Si no estás ahí todavía, empieza por cambiar tus creencias, no el comportamiento del otro.
EL RETO PARA ESTA SEMANA:
Te invitamos a que durante los próximos días identifiques a una persona a la que te gustaría darle algún tipo de feedback. Luego observa tus creencias en relación con ella y concéntrate en sus fortalezas, piensa en lo buena profesional que es y en lo muy buena que puede llegar a ser. Ahora imagina un diálogo que parta desde ahí.
MÓDULOS DO IT SOBRE EL TEMA
Feedback Apreciativo es un módulo que profundiza en la manera de dar retroalimentación de tal manera que tú te vuelves parte activa y haces equipo con en el otro para cambiar comportamientos y llegar lejos.
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