“Obligación contraída” y “Palabra dada”. Así es como la Real Academia de la Lengua Española define compromiso. Dice mucho a nivel conceptual pero poco a nivel práctico.
En DO IT definimos compromiso como hacer lo que digo que voy a hacer.
Con esta definición, la percepción sobre qué tanto cumplimos nuestros compromisos cambia radicalmente. Espontáneamente la mayoría de nosotros sentimos que somos personas cumplidas y nos gusta creer que lo somos. Sin embargo, ¿hacemos todo lo que decimos que vamos a hacer?
La cruda verdad es que no. Y no me refiero a que no hacemos todo lo que nos decimos a nosotros mismos que vamos a hacer (eso dejémoslo por fuera para no agobiarnos), me refiero que, con frecuencia, decimos a los demás que vamos a hacer cosas que no hacemos.
“Te llamo mañana para ver eso”, “Comamos la próxima semana, me parece rico vernos”, “Yo te envío el dato llegando a casa”, “El fin de semana te invito al cine”. Todos esos son ejemplos de frases que emitimos con mucha frecuencia y que con la misma frecuencia no volvemos realidad. Las decimos sin mucha conciencia y salen de nuestra boca con la mejor intención, pero no tomamos las medidas necesarias para cumplirlas.
¿Las consecuencias? Siempre nos han dicho que deberíamos cumplir nuestros compromisos por respeto al otro. Sin embargo, la razón por la cual deberíamos hacerlo es por respeto a nosotros mismos.
Porque, finalmente, ¿quién es el que más pierde cuando incumplimos? ¡Nosotros! El otro, pierde tiempo, pierde la ilusión, pierde la información; nosotros perdemos respeto, credibilidad, confianza, solidez.
Cuando nos valoramos a nosotros mismos; cuando somos conscientes de que “al decir que vamos a hacer algo” la única garantía que tiene el otro es la imagen que posee de nosotros, entonces cuidaríamos esa imagen como un tesoro. Cuidaríamos cada palabra y solo diríamos que vamos a hacer algo si estamos seguros de que lo vamos a hacer. Porque cada vez que no lo hacemos, esa imagen se deteriora, se desgasta y puede llegar el momento en que no sirva de garantía para nada de lo que digamos.
Así que, cumplir nuestros compromisos es cuestión de autoestima, de valor propio, de solidez personal. Si caminamos por la vida de esta manera, no andaremos diciendo que vamos a hacer cosas que realmente no estamos dispuestos a cumplir.
EL RETO PARA ESTA SEMANA:
Cumple todos tus compromisos. Ensaya, solo por una semana, “hacer todo lo que digas que vas a hacer”. Verás que lo primero será cuidar lo que sale de tu boca a la hora de comprometerte. Eso, de por sí, ya es ganancia.
MÓDULOS DO IT SOBRE EL TEMA
Cómo organizarse de una vez por todas es uno de los módulos de nuestro portafolio de enfoque en resultados en el que, además de aprender un sistema para organizar las actividades y lograr resultados, se aprende sobre la importancia del compromiso.
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