Las galletas saladas son muy ricas si se acompañan con mermelada, pero son demasiado secas y difíciles de tragar si se comen solas. Y la mermelada es un verdadero manjar si se esparce en la proporción adecuada. Cuando es mucha puede llegar a ser empalagosa.
Una comunicación asertiva es como una galleta salada con la adecuada cantidad de mermelada. La galleta representa la opinión honesta que quieres transmitir, mientras que la mermelada es la forma en que lo dices.
Cuando expresas tu opinión o das una instrucción de manera franca, directa y sin contemplaciones, es decir, sin prestar atención a la forma en que lo haces, estás dándole a tu interlocutor una galleta a palo seco.
En cambio, cuando te concentras tanto en evitar herir susceptibilidades, terminas no diciendo lo que piensas, o poniéndole tanta mermelada a la galleta que el mensaje se pierde y se enreda.
Entre gustos, no hay disgustos y hay quienes prefieren poca mermelada mientras que a otros les gusta de manera abundante. El problema está en que ofrecemos nuestras galletas, es decir, nuestro estilo de comunicación, a nuestro gusto y no al gusto de quien la recibe.
El secreto de la comunicación asertiva radica en entregarle a cada quien la galleta con la proporción de mermelada que esa persona prefiere. Cuando viene bien balanceada, la persona recibe el mensaje y logras trabajar en equipo.
EL RETO PARA ESTA SEMANA:
Identifica una conversación potencialmente complicada que vayas a tener y ponte en los zapatos de tu interlocutor. ¿Es de los que prefiere que le digan las cosas de manera directa y sin rodeos? O más bien, ¿tiende a tomárselo personalmente y hay que cuidar mucho las formas?
Prepara lo que vas a decir, pensando en cómo a esa persona le gusta la galleta y no en cómo a ti te gusta decir las cosas.
MÓDULOS DO IT SOBRE EL TEMA
Franqueza con mantequilla y mermelada es uno de los módulos que incluimos normalmente en los programas de formación para líderes o ejecutivos. Explica los diferentes estilos de comunicación, ayuda a identificar su propio estilo y enseña a comunicarse de manera asertiva.
Frecuentemente se acompaña con módulos como Entre más te extiendes… ¡menos te entienden!, Escuchar es una buena inversión, Modelos mentales limitantes y El detector de temperamentos.
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