No importa de lo que quieras hablar, puedes hacerlo en tres niveles diferentes.
Nivel 1: Cuando solamente te expresas utilizando una frase que resume todo lo que quieres decir.
Nivel 2: Además de expresar claramente el punto, lo complementas con un soporte que sustenta lo que estás diciendo, pero sin entrar en detalles.
Nivel 3: Cuentas la historia completa, con todos sus detalles.
UN EJEMPLO PRÁCTICO
Una manera de entender claramente los niveles es a través de un partido de fútbol. Si un amigo te pregunta sobre el partido entre el Barça y el Real Madrid y tú le contestas que ganó el Barça 1-0, estarás hablando en nivel 1. Si además le dices que estuvo muy parejo el juego, que viste buen fútbol y que el gol lo metió Gonzalez en el último minuto, estarás hablando en nivel 2.
Pero si le cuentas la alineación de cada equipo, las tarjetas amarillas, los cambios de jugadores y los tres tiros al arco del Real que casi fueron gol, eso, es nivel 3.
Hay gente que por default habla en nivel 3. Todo lo cuenta con detalle y le encantan las historias. Sienten que, si no dan toda la información, su interlocutor va a quedar mal informado y sin pensarlo mucho, abre su boca y empieza a hablar extendiéndose con toda tranquilidad.
Si eres uno de esos, es posible que ni siquiera te des cuenta. Para ti puede ser simplemente la forma de comunicarte. Pero, para los demás, puede llegar a ser una verdadera pesadilla.
En el mundo corporativo, se aprecia que te comuniques en nivel 2, e inclusive en algunas ocasiones, en nivel 1.